martes, 21 de febrero de 2012

Creo q al final d cuentas haces las cosas cuando realmente quieres hacerlo, porq sabes que va a funcionar.

Es decir, si le tienes mucho miedo a morir es posible que a consecuente de ese miedo lo hagas, o si le tienes mucho miedo a la sociedad termines haciéndolo por presión pero siempre los resultados serán diferentes, proporcionales a nuestra escala de prioridades. Pero está esa opción, hacerlo simplemente porque ya lo quieres, porque le has dado en la madre a tu cuerpo durante años, has bebido, fumado, caminado, amado, quemado, rasgado, roto, le han escupido, marcado, mordido, pegado, besado, le han esparcido polvo, cenizas, estrellas de anis y semen.

Y pasa que, eventualmente, te das cuenta que ya quieres prestarle atención, porque sabias que no siempre podrias comer garnachas y le dejas a tu vida todos tus vicios favoritos los amorcitos, los amigos, las huidas a la playa en la madrugada, las fiestas de dos días, los conciertos, la marihuana, el sexo y las oportunidades; así que comienzas a cuidar lo que pones en la boca y lo que haces con ella, entonces t pones otra promesa de metal en la nariz y sabes que 22 años de malos habitos no son suficientes, habrá muchos mas pero tienes esa firme convicción de que eliminaras uno de ellos, el que lleva más contigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario